Otra frontera, pero pocos kilómetros para cruzar hoy, Arica está a sesenta kilómetros de Tacna.
Sesenta kilómetros de desierto, por supuesto.

Me detengo antes de la frontera para tomar café: agua caliente y Nescafé, como siempre.


Salir del Perú es fácil, inmigración: un formulario para completar, Aduanas: devolver mi permiso de importación temporal.
Doscientos metros más allá se encuentra Chile.

Inmigración, sello en mi pasaporte. La aduana, es la más professional : regresso al siglo XXI: búsqueda completa de la moto, pasando mi bolso por un detector como en las instalaciones en los aeropuertos, dos formularios para completar. A pesar del interés de los oficiales de aduanas por la motocicleta, estoy en Chile, en regla, en apenas una hora y gratis.


Arica está a menos de diez kilómetros de la frontera.
Puerto y zona franca, fue el primer acceso al mar para Bolivia, que lo perdió en 1879 durante la Guerra del Pacífico con Chile.
Esta disputa entre los dos países resurge regularmente, Bolivia reclamando sus tierras perdidas.

Un ferrocarril une los dos países.


Encuentro un hotel modesto cerca del puerto y del centro de la ciudad.
El hotel me aconseja que coloque la bicicleta en su vestíbulo. No es fácil hacerle subir las escaleras, pero ya esta.